Exposición organizada por la Biblioteca de Galicia
La biblioteca acoge esta exposición organizada por la Biblioteca de Galicia y comisariada por la especialista en literatura infantil y juvenil Montse Pena Presas.
Estás a punto de entrar en un bosque, en un bosque lleno de libros. Lo que vas a poder ver con detenimiento es uno de los muchos árboles que hay en ella. Quizás sea el árbol iniciático, con el que comenzó todo. En él hay cien libros que queremos compartir contigo porque simbolizan la evolución de la literatura infantil y juvenil gallega. Los que aparecen aquí quieren ser una invitación a conocer mejor nuestra historia, pero también un puente que nos lleve hacia la lectura de otras obras.
Da igual que seas una niña, un bibliotecario, una maestra o un joven. Aquí hay historias para todas las personas, porque está nuestra memoria cultural en forma de obras infantiles y juveniles. El recorrido comienza en los años veinte, con los primeros cuentos que se escribieron y, simbólicamente, lo hace también con la revista infantil Las Roladas (1922), impulsada por Ramón Cabanillas, que aunque tuvo una duración muy escasa, sintetiza una de las preocupaciones de las gentes de las Irmandades da Fala: educar a la infancia y hacerlo en gallego. A partir de ahí, seguimos visitando diferentes épocas y géneros literarios, reencontrándonos en ocasiones con viejos conocidos y descubriendo algún tesoro en forma de palabras que nos va a sorprender. Pero sobre todo, siendo conscientes de que nuestra literatura infantil y juvenil fue un árbol labrado con cicel, un esfuerzo colectivo que ocupó a muchas autoras, editores, ilustradores y personas mediadoras. Todas ellas estaban convencidas que las niñas y niños gallegos merecían palabras e imágenes de calidad con las que crecer, siempre yendo de la mano de los tiempos.
Al introducirte en este bosque vas a encontrar de todo: personajes que conoces, pero que no esperabas ver; viñetas que nos agarran con la intriga, versos que quedaron colgados en alguna parte; acotaciones que recuerdan la hermosura de las palabras cuando son pronunciadas en voz alta; y por supuesto, ilustraciones que llevamos en el corazón. Recuerda que mientras unas sigan creando, otros seguirán leyendo, por lo que este árbol no se va a secar nunca.
Puede visitarse del 2 a 30 de abril en el vestíbulo en horario de apertura de la biblioteca.
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